Las bacterias son organismos que pueden prosperar en entornos que parecen hostiles. Un nuevo estudio revela su capacidad de adaptación a cambios en la acidez. Este trabajo de investigación muestra cómo las bacterias responden a la acidez, lo que resalta su sorprendente flexibilidad.
En un experimento, un grupo de científicos observó un proceso evolutivo en una colonia de Escherichia coli. Esta mutación se activó en respuesta a cambios en el nivel de acidez del entorno. Durante el estudio, se alternaron periodos de abundancia y escasez de recursos, lo que provocó un aumento de la acidez en la colonia.
El equipo de investigación notó cambios en la bioquímica de las bacterias, específicamente en la proteína Rho. Un aminoácido de arginina se transformó en histidina, lo que afectó la transcripción del RNA. Aunque inicialmente no se comprendieron las consecuencias, un análisis más profundo reveló que estos cambios estaban relacionados con el gen “ydcI”, que podría estar involucrado en la homeostasis de la acidez.
El estudio no se limitó al laboratorio. Los investigadores buscaron mutaciones en Bartonella bacilliformis, una bacteria que se adapta a cambios de acidez al pasar de insectos a humanos. También se analizaron esponjas marinas, que pueden encontrarse en entornos con variaciones de pH. Se encontraron mutaciones similares en ambos contextos.
Los hallazgos, publicados en Proceedings of the National Academy of Science, sugieren que las aplicaciones de este descubrimiento podrían ir más allá de las infecciones. Las mutaciones de arginina a histidina también se han observado en células cancerígenas, lo que abre nuevas vías para la investigación médica.
Imagen: CDC/Janice Haney Carr
