La Unión Europea propone reabrir negociaciones con el Reino Unido para permitir que los jóvenes de ambos lados disfruten de oportunidades similares a las anteriores al Brexit.
Esta propuesta supone una concesión importante por parte de la UE, que busca mitigar las consecuencias del divorcio, como la pérdida del derecho a vivir y trabajar en ambos territorios.
Según el plan propuesto, los ciudadanos de la UE y del Reino Unido de entre 18 y 30 años podrían residir en el país de destino durante hasta cuatro años, sujeto a ciertas condiciones.
La propuesta marca un cambio significativo en la postura de la UE hacia el Reino Unido, mostrando un impulso hacia una mayor movilidad juvenil que está ganando apoyo en ambos territorios.
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