La Unión Europea ha confirmado la imposición de aranceles a los coches eléctricos provenientes de China, afectando especialmente a BYD, Geely y SAIC. Estos aranceles, que oscilarán entre el 17,4% y el 38,1%, comenzarán a aplicarse temporalmente en julio, aunque deberán ser ratificados por la Comisión Europea en noviembre. La medida podría extenderse a todas las marcas chinas si se demuestra que las empresas occidentales recibieron beneficios por operar en China.
Empresas como Tesla han solicitado un arancel variable según el modelo, ya que algunos se producen en diferentes regiones. Mientras tanto, fabricantes europeos como BMW, Mercedes y Volkswagen han mostrado su oposición a estos aranceles. La medida genera incertidumbre en el mercado, aunque podría beneficiar a compañías como Stellantis.
Carlos Tavares, CEO de Stellantis, ha sido un crítico vocal de los coches chinos y ha amenazado con trasladar la producción a India. Tras una mala experiencia en China, Stellantis ha adquirido el 21% de Leapmotor, obteniendo derechos de exportación y ensamblaje fuera de China. La empresa planea producir coches Leapmotor en Polonia, reduciendo costes y evitando aranceles.
Este movimiento estratégico permite a Stellantis competir en igualdad de condiciones con los fabricantes chinos, produciendo a bajo coste y evitando los aranceles europeos. La situación sigue siendo dinámica, con negociaciones en curso entre la Unión Europea y el Gobierno chino.
Imagen: Stellantis