La paralización de la ley de amnistía en el Congreso revela la fragilidad del Gobierno y deja la iniciativa a expensas de una nueva negociación. La votación fue extraña, con Junts votando a favor y en contra del texto de la amnistía. Esta triquiñuela parlamentaria evitó que la ley fuera aprobada definitivamente. La ley ha vuelto a la fase anterior a la votación, y PSOE y Junts tienen 15 días para desbloquear la situación. Esta situación es extremadamente inhabitual en el Congreso, con pocos precedentes desde 1979. Dos casos similares ocurrieron en los años 90 durante el primer mandato de José María Aznar. En uno de los casos, el PSOE retrasó la tramitación de una reforma relativa a la Ley Orgánica del Poder Judicial. En el otro caso, la disolución de las Cortes impidió que una reforma de la misma ley fuera aprobada antes de las elecciones.
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