La semana laboral de cuatro días ha despertado interés en empresas de todo el mundo, y Sudáfrica ha sido el primer país africano en realizar una prueba piloto. En esta prueba participaron 26 empresas y 470 empleados, y los resultados fueron muy positivos tanto para los empleados como para los empleadores. El modelo utilizado fue el 100-80-100, en el que se mantuvo el 100% de la productividad trabajando el 80% de la jornada habitual y conservando el 100% del salario. Para lograr esto, las empresas optimizaron sus procesos eliminando el trabajo vacío y utilizando herramientas y software más eficientes. Al finalizar la prueba, se encontró que la jornada laboral de cuatro días aumentó la productividad en algunos casos y mejoró la satisfacción y la fidelidad de los empleados hacia la empresa. El 92% de las empresas participantes planea continuar con este modelo, y se observó una disminución en las dimisiones y el absentismo. Los empleados también informaron de beneficios como la reducción del estrés y la fatiga, y más tiempo libre para la familia y el ejercicio físico. Aunque esta primera prueba fue limitada a empresas de servicios empresariales, se planea realizar una segunda prueba con una base de participantes más variada para ampliar la investigación. La semana laboral de cuatro días se presenta como una opción atractiva que mejora el bienestar, la productividad y la organización del trabajo tanto para empleados como para empleadores.