La inteligencia artificial (IA) está en constante evolución, y los agentes de IA representan un avance significativo respecto a los chatbots tradicionales. Mientras que estos últimos solo responden preguntas, los agentes de IA pueden actuar en consecuencia, facilitando tareas cotidianas como hacer la compra.
Las grandes empresas tecnológicas están compitiendo por desarrollar estos agentes autónomos. Por ejemplo, DeepMind trabaja en la creación de NPCs inteligentes para videojuegos, utilizando su tecnología SIMA. Esto no solo mejorará la experiencia de juego, sino que también permitirá aplicar estos avances en el mundo real.
Por su parte, Anthropic ha introducido herramientas que permiten crear agentes para diversas funciones, como la asistencia en la redacción de correos electrónicos. OpenAI también está en la carrera, con planes de lanzar agentes de IA el próximo año, buscando que la interacción con la IA sea tan natural como con un ser humano.
Otras empresas como Amazon y Microsoft están desarrollando agentes que pueden recomendar productos y realizar compras, mientras que Meta y Apple exploran la automatización de tareas en sus plataformas. Sin embargo, el camino hacia la implementación masiva de estos agentes no está exento de desafíos.
Los temores sobre el uso indebido de la IA, como fraudes y deepfakes, son preocupaciones que deben abordarse. Además, la necesidad de demostrar la utilidad de estos agentes es crucial para su aceptación entre los usuarios. A pesar de las inversiones masivas en IA, la implementación efectiva en la vida cotidiana aún está en desarrollo.
Imagen: Xataka