La regla de las cinco horas es un método adoptado por multimillonarios como Bill Gates y Mark Zuckerberg para potenciar su productividad. Esta técnica consiste en dedicar al menos cinco horas semanales a actividades de aprendizaje deliberado. Según Michael Simmons, fundador de Empact, las personas exitosas reservan al menos una hora al día para estas prácticas.
El aprendizaje no solo mejora la memoria y el desarrollo cerebral, sino que también activa el sistema de recompensa del cerebro, generando dopamina, una hormona que impulsa a alcanzar metas. La Universidad de Harvard ha demostrado que el aprendizaje tiene un impacto positivo en el bienestar mental, mejorando la cognición y la concentración.
Para aplicar la regla de las cinco horas en la vida diaria, es fundamental ajustar la rutina. Si se dedican siete horas a dormir y ocho a trabajar, quedan nueve horas libres. De estas, se puede destinar una hora a tareas del hogar, dos a las comidas y dos al ejercicio, dejando cuatro horas de tiempo libre. En este espacio, se puede reducir el tiempo de ocio, como ver series, para dedicarlo a la lectura o escuchar podcasts.
Además, se pueden aprovechar momentos “muertos”, como el trayecto al trabajo, para aprender de manera más consciente. La clave es ser proactivo y dedicar al menos cinco horas semanales a estas actividades formativas, lo que puede marcar una gran diferencia en el rendimiento personal y profesional.
Imagen: infobae