En los últimos años ha surgido una controversia sobre la presencia de niños en establecimientos públicos como hoteles y restaurantes. Algunos lugares han adoptado políticas de ‘adults only’, argumentando que los niños pueden resultar molestos. Sin embargo, es importante diferenciar entre un restaurante convertido en parque de bolas y la presencia de niños en otra mesa. Aunque es imposible controlar completamente el comportamiento de los niños, se puede educar y enseñarles las reglas de convivencia. Recientemente, se generó polémica en el restaurante Lakasa de Madrid cuando un cliente se quejó de haber sido sentado cerca de una mesa con niños. A pesar de que el restaurante estaba prácticamente vacío, el cliente fue trasladado a otra mesa lejos de los niños. Sorprendentemente, las mesas alrededor de la mesa inicial también se llenaron, lo que llevó al cliente a pensar que se le había hecho un bloqueo o cordón sanitario. El chef del restaurante respondió en Twitter que los niños de la mesa vecina se habían comportado mucho mejor que el cliente. Esta controversia plantea la discusión sobre la tolerancia y la convivencia en espacios públicos. Aunque es comprensible que algunos adultos prefieran disfrutar de un ambiente tranquilo, también es importante recordar que los niños forman parte de la sociedad y deben aprender a comportarse adecuadamente. La educación y la paciencia son fundamentales en estos casos. En definitiva, la polémica sobre la presencia de niños en restaurantes pone de manifiesto la necesidad de encontrar un equilibrio entre la comodidad de los adultos y la inclusión de los niños en la sociedad.
Foto | Directo al Paladar
Via | Directo al Paladar