La población inmigrante ha sido responsable del 63,6% del empleo creado en España entre 2020 y 2024, según un informe de BBVA Research. En los últimos cuatro años, se han sumado alrededor de 814.000 ocupados procedentes del extranjero, de un total de 1,28 millones de empleos creados. Este aumento en el empleo se debe al crecimiento de la población extranjera y a su mayor tasa de actividad, en contraste con la caída de la natalidad entre los españoles nativos. La población nacida en el extranjero ha pasado de representar el 14,8% de la población residente a principios de 2020, al 18,1% en 2024.
Este incremento de la población activa extranjera también tiene un impacto en la economía en general. Además de la creación de empleo, genera aumentos en la demanda agregada, incentiva la formación de nuevos hogares y eleva la demanda de vivienda residencial. Sin embargo, a pesar de este crecimiento económico, el PIB per cápita solo ha aumentado un 0,2% en estos cuatro años, y la inversión por ocupado ha disminuido un 11,5%, lo que afecta al crecimiento de la productividad.
Según los expertos, esta tendencia de creación de empleo por parte de la población inmigrante será cada vez más estructural, debido al envejecimiento de la población española y a la jubilación masiva de los nativos. A corto plazo, solo se podría cambiar esta tendencia a través de la activación de la bolsa de parados, que actualmente cuenta con alrededor de 2,7 millones de desempleados.
En los últimos cuatro años, la afiliación de extranjeros a la Seguridad Social ha aumentado en 643.680 cotizantes. Los países que más empleados han sumado son Colombia, Venezuela, Marruecos, Italia y Perú.
Imagen: efe