La piscina Morning Glory en el Parque Nacional de Yellowstone ha sido durante mucho tiempo un atractivo turístico, famosa por sus vibrantes colores. Sin embargo, lo que muchos visitantes no saben es que esta belleza natural ha sido alterada por la intervención humana. La afluencia masiva de turistas ha llevado a un aumento en la basura arrojada en la piscina, lo que ha cambiado su apariencia original.
Históricamente, Morning Glory era conocida por su agua azul cristalina, pero en las últimas décadas, su color ha cambiado drásticamente. Este fenómeno se debe a que los desechos humanos han restringido el flujo de agua caliente, alterando el ecosistema de la piscina. Como resultado, ciertos microbios han prosperado, creando esteras de diferentes colores que ahora dominan la superficie.
En 1970, los guardabosques comenzaron a tomar medidas para limpiar la piscina, retirando toneladas de basura, incluidas monedas y otros objetos. A pesar de sus esfuerzos, el color azul original de Morning Glory no ha regresado. La situación es un recordatorio de cómo la actividad humana puede impactar negativamente en la naturaleza.
Hoy en día, los turistas que se detienen a admirar la piscina no están viendo una maravilla natural, sino el resultado de décadas de descuido. La historia de Morning Glory es un llamado a la responsabilidad ambiental y a la necesidad de proteger nuestros espacios naturales.
Imagen: daveynin, RawPixel, USGS
