La Ley de Servicios de Atención a la Clientela obligará a los servicios de atención al cliente a atender en menos de 3 minutos y limitar el uso de contestadores automáticos. Esta legislación busca mejorar la eficiencia en la atención al cliente, reduciendo los tiempos de espera y garantizando la posibilidad de hablar con una persona humana en cualquier momento. Además, se establece un plazo de 15 días para resolver las reclamaciones de los consumidores, aunque los sindicatos exigen que se reduzca a 10 días y se establezcan mecanismos de compensación en caso de incumplimiento. La ley contempla multas de hasta 100.000 euros y un sistema de auditoría para garantizar la calidad del servicio. Aunque la ley ya fue aprobada por el Consejo de Ministros, su publicación en el BOE se vio interrumpida por las elecciones. Ahora, se tramitará por vía de urgencia para entrar en vigor lo antes posible.
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