La frase de Nietzsche, «La vida sin música sería un error», resuena en la actualidad, ya que un estudio reciente revela que escuchar música mientras se trabaja puede mejorar la capacidad cognitiva y la concentración. Según datos de Statista, el 50% de los encuestados coincide con esta afirmación. Además, el 39% escucha música mientras realiza tareas en el hogar y el 50% lo hace al conducir.
Investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia han encontrado conexiones entre la música y la mejora en la productividad. La previsibilidad y la novedad de la música desempeñan roles clave en las habilidades cognitivas. La familiaridad de las melodías activa zonas cerebrales relacionadas con la atención sostenida, mientras que las melodías inesperadas estimulan la alerta y la atención.
Yiren Ren, coautora del estudio, destaca que la música influye en los estados emocionales y en la percepción de experiencias. Sin embargo, la ciencia aún no ha llegado a un consenso sobre sus efectos en la productividad. Otro estudio del Departamento de Psicología Goldsmiths de la Universidad de Londres respalda estas conclusiones, mostrando diferencias en los resultados según si la música era conocida o no.
Para maximizar la concentración, Ren sugiere optar por música instrumental o en un idioma extranjero para tareas que requieren atención y creatividad. Las melodías conocidas pueden activar zonas relacionadas con la memoria, mientras que las letras reconocibles pueden entorpecer el análisis de conceptos. Para tareas rutinarias, se recomienda música con cambios de ritmo y tempo acelerado, que ayuda a mantener la energía y motivación.
En resumen, la elección de la música adecuada puede transformar la experiencia laboral, haciendo el trabajo más llevadero y mejorando la concentración.