En Corea del Sur, donde el estrés laboral es alto, adoptar una roca como mascota se ha vuelto popular. Las rocas inanimadas ofrecen una forma económica y sencilla de evadirse y hacer que la rutina sea más llevadera. Los surcoreanos que han adoptado esta tendencia confiesan que tratar las rocas como mascotas les ayuda a lidiar con el día a día y les brinda una sensación de serenidad. Esta moda tiene similitudes con el fenómeno de las Pet Rocks en los años 70 en Estados Unidos, donde las rocas se vendían como mascotas y se convirtieron en un éxito comercial. Aunque la versión coreana se centra más en la serenidad y la evasión, la idea de base es la misma: una roca puede ser más que una roca. Empresas como Chess Peace han aprovechado esta tendencia y ofrecen rocas personalizadas con accesorios y caras dibujadas. La moda de adoptar rocas como mascotas ha ganado visibilidad en Corea del Sur, con actores y cantantes de K-pop mostrando sus rocas en público. Incluso se está desarrollando una inteligencia artificial para que las rocas puedan hablar con sus dueños. Esta tendencia demuestra cómo las personas buscan formas inusuales de aliviar el estrés y encontrar compañía en un mundo cada vez más ocupado y estresante.
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