La potasa española, descubierta en Súria hace más de un siglo, ha sido objeto de controversias debido a la gestión de Iberpotash. A pesar de su importancia en la fabricación de fertilizantes, la minería de potasa en España no ha tenido el éxito esperado. Actualmente, Rusia controla el 20% de la producción mundial de potasa, mientras que España se posiciona como una alternativa viable.
La guerra en Ucrania ha exacerbado la crisis de precios, con un aumento del 195% en los fertilizantes, superando los 1.100 dólares por tonelada. En este contexto, el proyecto de Mina Muga, ubicado a 50 kilómetros de Pamplona, se presenta como un depósito estratégico. Se espera que la construcción comience a finales de 2024 o principios de 2025, con una producción proyectada de un millón de toneladas anuales, suficiente para abastecer a España y Francia.
La inversión en Mina Muga ha superado los 100 millones de euros, pero se requieren más fondos para su desarrollo. La empresa Geoalcali, filial de Highfield Resources, ha recibido apoyo financiero de tres empresas chinas, sumando un total de 220 millones de dólares. A pesar de la incertidumbre sobre la participación china en proyectos estratégicos, el Gobierno de Navarra apoya estas sinergias.
La autorización de Mina Muga aún está pendiente, pero el proyecto podría eliminar la dependencia de Europa de la potasa rusa, un paso crucial para la producción de fertilizantes en la región.
Imagen: Sergey Mikhalenko / Shutterstock