El sector del aceite de oliva ha estado marcado por la incertidumbre en los últimos años debido a las fluctuaciones de precios y amenazas de desabastecimiento. Sin embargo, la mesa sectorial del aceite de oliva y la aceituna de mesa ha traído buenas noticias recientemente.
Las mesas sectoriales, en el contexto del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, son órganos de interlocución y participación de los distintos sectores productivos para abordar temas de interés nacional. En este caso, el precio del aceite de oliva ha sido un tema crucial.
La mesa sectorial se reunió en mayo y reportó un crecimiento de la producción hasta alcanzar las 850.157 toneladas, un 11 % más de lo estimado inicialmente y un 28 % más que la campaña anterior. Además, el ritmo de comercialización es muy bueno y las condiciones climáticas recientes apuntan a una recuperación de la producción.
Como consecuencia, se espera que los precios del aceite de oliva de la próxima campaña sean más bajos que los actuales. Este dato es crucial ya que condicionará lo que ocurrirá en los próximos meses.
El sector enfrenta muchos problemas. En septiembre de 2023, Deoleo, la mayor comercializadora de aceite de oliva del mundo, anunció pérdidas de casi 10 millones de euros. La erosión de los márgenes no ha sido compensada por el incremento de precios, y una bajada significativa del precio del aceite puede ocasionar pérdidas considerables.
En resumen, aunque las noticias son buenas para los consumidores, podrían desencadenar una de las transformaciones más grandes del sector del aceite de oliva. La palabra ‘aceite’ sigue siendo sinónimo de ‘incertidumbre’.
Imagen: Miguel Angel Masegosa Martínez