Un estudio revela que la Luna se sigue encogiendo y formando nuevas fallas en su superficie, lo que ha causado terremotos en su polo sur. Esto plantea desafíos para futuras misiones espaciales, como la misión Artemis III de la NASA. Los terremotos lunares pueden durar horas y son capaces de dañar estructuras humanas. Los científicos están mapeando las zonas peligrosas en la Luna para garantizar la seguridad de los astronautas y la infraestructura. Este descubrimiento destaca la importancia de considerar la estabilidad de los asentamientos humanos en la Luna antes de establecer una presencia permanente.