La inteligencia artificial se ha convertido en un problema energético significativo. La creciente demanda de energía para alimentar los centros de datos es enorme y se espera que para 2030 este consumo aumente un 200%. Según previsiones más pesimistas, el incremento podría ser seis veces mayor.
El 5 de diciembre en París, Fatih Birol, director de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), anunció la primera Conferencia Global sobre Energía e Inteligencia Artificial. En esta cumbre global, se reunirán diversos protagonistas del sector para debatir medidas que enfrenten el aumento de la demanda energética.
El último informe de la IEA predice que para 2026, el consumo de energía de los centros de datos superará los 1.000 teravatios-hora, equivalente al consumo total de Japón. En 2022, el consumo global de estos centros fue de unos 460 TWh, aproximadamente el 2% de toda la energía eléctrica en uso. En comparación, las criptomonedas consumirán unos 160 TWh para 2026, quedando lejos del impacto esperado para la IA.
Elon Musk ha advertido sobre una posible «sequía de energía» debido a la IA, que podría quedarse sin transformadores en 2025. La computación en la nube de la IA está aumentando a un ritmo insostenible. Jennifer Granholm, Secretaria de Energía de Estados Unidos, y Sam Altman, CEO de OpenAI, han señalado la necesidad de recurrir a la energía nuclear para enfrentar esta demanda.
La Agencia Internacional de la Energía ya está tomando medidas para abordar esta crisis energética inminente.
Imagen: Federico Beccari
