A pesar de las amenazas de crisis y conflictos internacionales, la inflación en España ha disminuido en febrero. Los precios subieron un 2,8%, 6 décimas menos que en enero. Este retroceso se debe al abaratamiento de la electricidad y a la estabilidad del precio de los carburantes. Además, la inflación subyacente también se ha moderado, retrocediendo 2 décimas hasta el 3,4%. Sin embargo, este descenso podría ser solo temporal, ya que la inflación podría volver a subir debido a amenazas como la crisis del mar Rojo. A pesar de este respiro, la inflación en España sigue siendo un fenómeno preocupante.
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