El sector de la industria nuclear española quiere que la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se replantee el cierre de los siete reactores nucleares entre 2027 y 2035 para operarlas más allá de los plazos establecidos actualmente. No obstante, no han solicitado aún una entrevista con la ministra para plantearles el tema, según ha reconocido hoy el presidente del Foro Nuclear, Ignacio Araluce. Además, duda de que puedan coincidir en el tiempo el cierre y el desmantelamiento de los siete reactores por la complejidad de las operaciones y de los trabajos a realizar. Araluce ha recordado que cada central invierte unos 200 millones de euros al año para actualizar sus instalaciones, por lo que «sería factible alargar la vida útil de la misma hasta los 60 u 80 años como sucede en EE.UU.». Calificó de «tontuna» la afirmación del Gobierno y de los partidos de izquierda de que las nucleares tienen ‘beneficios caídos del cielo’. «Sin nucleares, el precio de la electricidad sería más caro», subrayó. Admitió que actualmente las plantas «son rentables» a pesar de la fuerte carga fiscal de todas las administraciones. «A partir de aproximadamente los 62 euros el MW, son rentables». Por otra parte, el presidente del Foro Nuclear ha criticado con dureza la propuesta de Enresa -empresa pública que se encarga de la gestión de los residuos nucleares- de aumentar en un 40% las aportaciones que realizan las eléctricas propietarias de las centrales. Desde el Foro Nuclear destacan que los siete reactores nucleares españoles en operación «han demostrado, un año más, que son esenciales para garantizar el suministro eléctrico al operar de forma constante y estable prácticamente el 90% de las horas del año. En 2023 han generado más del 20% de la electricidad consumida y han conseguido evitar unos 20 millones de toneladas de CO2. Estas cifras reflejan el esencial papel de la energía nuclear tanto en el proceso de descarbonización como en la estabilidad del sistema». «Estos datos demuestran la garantía de suministro que ofrece día a día y año tras año la energía nuclear», indica Ignacio Araluce. «El sistema eléctrico necesita contar con fuentes de base, estables y con una producción constante como la nuclear, que aporta estabilidad, robustez y potencia firme al sistema». La energía nuclear en España es, además, «muy competitiva». Y «podría serlo incluso más si la carga fiscal a la que está sometida se redujera. En cualquier caso, sin la nuclear, los precios de la electricidad serían superiores».
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