Un hombre de Ashland, Oregón, estuvo a punto de perder todos sus ahorros para comprar la autocaravana de sus sueños. Había ahorrado 23.000 dólares y los guardó en una caja de zapatillas Vans. Sin embargo, su mujer, al hacer limpieza, tiró la caja al contenedor de reciclaje sin saber lo que contenía.
Cuando se dieron cuenta de la pérdida, ya era demasiado tarde. El camión de reciclaje había vaciado el contenedor y el dinero había sido enviado a una planta de reciclaje en Samoa, California. A pesar de las bajas probabilidades de recuperar el dinero, la familia no se rindió y contactó a la empresa de reciclaje, Recology.
Linda Wise, la directora de la planta, les informó que la mayoría del material ya había sido clasificado y enviado al vertedero. Sin embargo, ordenó a los operarios que estuvieran atentos por si encontraban la caja. Nick Page, un trabajador de la planta, fue quien encontró el fajo de billetes entre las pilas de cartón.
Page, al darse cuenta de la cantidad de dinero que había encontrado, decidió devolverlo a la dirección de la planta. Al final, solo faltaban 300 dólares de los 23.000 originales. La familia, que ya había dado el dinero por perdido, se mostró extremadamente agradecida. Aunque el hombre ofreció una recompensa a los empleados, la directora se encargó de recompensar a Page por su honradez.
Esta historia es un recordatorio de que, a veces, la bondad y la honestidad pueden cambiar vidas. La acción de Nick Page no solo devolvió la esperanza a una familia, sino que también demostró que aún hay personas dispuestas a hacer lo correcto.
Imagen: Motorpasión