La elección de las especies adecuadas para la reforestación se ha vuelto crucial debido al cambio climático y las plagas. Un estudio revela que muchas de las especies consideradas aptas podrían no sobrevivir hasta el año 2100.
El aumento de la temperatura en Europa permite que las plagas prosperen en el continente. Una pequeña variación de temperatura podría acabar con las especies idóneas para la reforestación. Según el estudio, en un escenario de calentamiento de 1,6 grados, el número de especies capaces de sobrevivir disminuiría un 33%.
Los administradores forestales deben considerar estas recomendaciones y plantar especies más resistentes al aumento de temperatura. Sin embargo, esto puede resultar en una menor diversidad en los bosques. Se deben plantear estrategias de reforestación que incluyan bosques mixtos, con especies más adaptables a los cambios climáticos y plagas.
Imagen: Donar Reiskoffer, Jami Dwyer