La implantación de radares en las carreteras de España ha sido crucial para reducir la siniestralidad vial. Estos dispositivos no solo detectan el exceso de velocidad, sino también otras infracciones. Los radares fijos cuentan con sistemas tecnológicos que verifican automáticamente la documentación y las revisiones periódicas de los vehículos. Esto incluye el seguro obligatorio y la ITV. Estas herramientas de vigilancia permiten a la DGT asegurarse de que los automóviles cumplen con todas las normativas, fortaleciendo la seguridad en las carreteras. Un estudio revela que más del 10% de los vehículos circulan sin seguro o con la ITV vencida, lo que representa un peligro potencial. Por esta razón, se han intensificado las estrategias de persecución a este tipo de conductores. Conducir sin seguro conlleva la inmovilización del vehículo y multas económicas significativas. Circular con la ITV caducada también implica sanciones económicas. Estas medidas buscan promover la regularización de la documentación vehicular y garantizar la seguridad en las carreteras.
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