La protección solar es esencial para evitar daños en la piel, especialmente en los niños, cuya piel es más delicada y susceptible a los rayos ultravioletas del sol. Según los dermatólogos, tanto los protectores solares de marca reconocida como los genéricos ofrecen el mismo nivel de protección si cumplen con los estándares de calidad establecidos.
El SPF indica cuánto tiempo adicional se puede estar al sol sin sufrir quemaduras, pero es importante recordar que ningún protector solar bloquea completamente todas las radiaciones ultravioletas. Por lo tanto, es necesario elegir un protector solar adecuado según el tipo de piel, especialmente en el caso de los niños, que necesitan productos con mayor SPF.
Se recomienda aplicar el protector solar generosamente y renovar la aplicación cada dos horas o después de cada baño para mantener una protección efectiva. La prevención de daños en la piel comienza con una selección informada y un uso adecuado de los protectores solares.
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