En la era digital, nos enfrentamos a constantes distracciones que dificultan nuestra capacidad de prestar atención. Sin embargo, estudios demuestran que nuestra atención no está disminuyendo, sino que estamos eligiendo no prestar atención. La motivación juega un papel clave en nuestra capacidad de enfocarnos en una tarea. Aunque la tecnología puede ser una distracción, no es la responsable de nuestra falta de atención. Es importante reconocer que la multitarea y el consumo de medios simultáneos afectan negativamente nuestra memoria y rendimiento cognitivo. Para mejorar nuestra atención, debemos ser conscientes de nuestras elecciones y priorizar nuestras tareas. La atención es una habilidad que se puede desarrollar y fortalecer con práctica y disciplina. En lugar de culpar a la tecnología, debemos asumir la responsabilidad de nuestras acciones y aprender a gestionar nuestras distracciones. Al hacerlo, podremos aprovechar al máximo nuestra capacidad de atención y mejorar nuestra productividad en la era digital.
Imagen: Cristofer Maximilian