La hepatitis C podría ser erradicada en 2030, según la OMS

La hepatitis C podría desaparecer del mundo en 2030 si se alcanzan los objetivos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Actualmente, 50 millones de personas padecen esta infección crónica y cada año surgen un millón de nuevas infecciones. Muchos pacientes podrían llevar décadas infectados sin saberlo.

En Reino Unido, hasta 27.000 personas han conocido recientemente que contrajeron hepatitis C tras recibir transfusiones de sangre infectada entre los años 1970 y 1991. Según un análisis de la BBC, otras 1.700 personas infectadas de la misma forma aún no han sido diagnosticadas. A nivel mundial, miles más viven con el virus sin saberlo, según Ashwin Dhanda, profesor asociado de Hepatología en la Universidad de Plymouth.

La hepatitis C es un virus transmitido por la sangre que causa inflamación y daño hepático si no se trata. En un 30% de los casos, las personas infectadas eliminan el virus espontáneamente en un plazo de 6 meses. En el 70% restante, la infección se cronifica, lo que puede provocar cirrosis, insuficiencia hepática y cáncer de hígado.

Según la OMS, los síntomas iniciales pueden ser leves, como cansancio y dolores musculares, y ocasionalmente ictericia. Sin embargo, la mayoría de las personas no presentan síntomas y la enfermedad transcurre sin riesgo aparente. El sistema inmunológico elimina el virus en aproximadamente 3 de cada 10 personas, pero para el resto, la infección se convierte en crónica.

En España, las personas que recibieron transfusiones de sangre antes de 1992 tienen un riesgo elevado de haber contraído hepatitis C. Actualmente, hay 76.839 personas con infección activa por el virus de la hepatitis C (VHC) en Atención Primaria, de las cuales 22.478 no estaban diagnosticadas. La prevalencia en España es del 0,15%, una de las más bajas en Europa.

Otras situaciones de riesgo incluyen el consumo de drogas con agujas compartidas, tatuajes y piercings con instrumental no esterilizado, y relaciones sexuales sin protección. La infección también puede transmitirse de madre a hijo durante el embarazo. Aunque no existe una vacuna, hay tratamientos con una tasa de curación cercana al 100%, independientemente del daño hepático existente.

Imagen: Business Insider

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