La guerra en Ucrania ha demostrado el uso masivo de drones de usar y tirar, conectados a redes de mando y control y con inteligencia artificial. Esto supone un salto tecnológico disruptivo que obligará a transformar las fuerzas armadas occidentales. Además, se ha vuelto a poner en valor la importancia de una base industrial sólida en la producción de armamento. La guerra de Ucrania ha mostrado el empleo de drones comerciales letalizados, modificados con impresoras 3D y cargados de explosivos. Estos drones han cambiado las reglas de la guerra y han inspirado a ambos bandos del conflicto. La interconexión de drones y la incorporación de inteligencia artificial en la toma de decisiones son los siguientes pasos en esta carrera tecnológica. La guerra de Ucrania también ha destacado la importancia de la descentralización de la toma de decisiones y el uso de aplicaciones como Arta, que permiten compartir información y coordinar ataques de forma eficiente. Además, ha puesto de relieve el talento de los programadores e ingenieros ucranianos, atrayendo el interés de empresas de Silicon Valley. La guerra de Ucrania es un laboratorio para el futuro de la guerra y una muestra de las tecnologías que dominarán los campos de batalla.
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