Después de una breve tregua, los enfrentamientos entre Israel y Hamás están a punto de entrar en una fase terminal. Las fuerzas israelíes se están concentrando en el sur de la Franja de Gaza, donde se cree que se encuentran varios rehenes. La administración Biden ha pedido a Israel que muestre moderación en sus operaciones en el sur y ha propuesto la creación de áreas de no combate con refugios proporcionados por la ONU. Sin embargo, los egipcios se han negado a aceptar refugiados palestinos en su territorio. La situación humanitaria en Gaza es precaria, con la posibilidad de un hacinamiento masivo y la propagación de enfermedades. Las cifras de muertos varían, pero Israel estima que ha abatido a entre 3.000 y 4.000 combatientes terroristas de Hamás y Yihad Islámica Palestina. La administración Biden está presionando a Israel para que proteja a los civiles y evite el desplazamiento masivo de personas. Sin embargo, la forma en que se lleve a cabo la campaña militar en el sur será crucial, ya que Hamás se ha infiltrado en áreas civiles, hospitales y escuelas. Israel sostiene que estos lugares son objetivos legítimos, pero esto ha generado críticas internacionales. A pesar de la presión, el gobierno israelí ha prometido continuar la guerra hasta que Hamás sea completamente eliminada. Todo esto indica que la guerra en Gaza continuará por más tiempo del esperado.