La Gran Barrera de Coral, uno de los lugares más espectaculares del mundo para practicar esnórquel, está sufriendo los efectos devastadores del blanqueamiento masivo de corales. Este fenómeno, causado por el aumento de las temperaturas globales y el patrón climático de El Niño, ha afectado a al menos 53 países.
El blanqueamiento se produce cuando las olas de calor marinas someten a los corales a estrés, provocando que expulsen las algas de sus tejidos y pierdan su color. Si las temperaturas vuelven a la normalidad, los corales pueden recuperarse, pero si el agua se mantiene más caliente de lo habitual, perecerán.
La destrucción de los ecosistemas marinos tendría consecuencias catastróficas, ya que alrededor de una cuarta parte de las especies dependen de los arrecifes para sobrevivir. Además, unos mil millones de personas dependen de los peces de arrecife para su alimentación y sustento. Los arrecifes también proporcionan una protección vital para las costas, reduciendo el impacto de las inundaciones, los ciclones y el aumento del nivel del mar.
El blanqueamiento masivo de corales ya ha afectado a arrecifes famosos como los del mar Rojo, Indonesia y las Seychelles. El año pasado, el Caribe y Florida sufrieron una destrucción generalizada de corales debido al aumento de las temperaturas oceánicas, y se espera que este verano haya nuevos daños.
Los científicos esperan que las imágenes impactantes de los blanqueamientos masivos y las sombrías predicciones sobre la supervivencia de los arrecifes de coral impulsen a los líderes mundiales a tomar medidas enérgicas para reducir las emisiones de carbono y abandonar los combustibles fósiles.
Imagen: CNN