La gentrificación no solo afecta a los precios de los alquileres y al desplazamiento de la población, también está cambiando el sabor de las salsas en las taquerías de Ciudad de México. Al adaptarse al paladar de los turistas, las salsas picantes están perdiendo su intensidad, lo que ha llevado a algunos a hablar de «gentrificación alimentaria». Los influencer mexicanos han expresado su descontento con este cambio, argumentando que los extranjeros deberían adaptarse a los sabores mexicanos en lugar de que estos se ajusten a sus paladares. Este fenómeno se está observando especialmente en colonias como Roma Norte, Condesa e Hipódromo Condesa, que son consideradas zonas gentrificadas. Para contrarrestar estos efectos, las autoridades están considerando una reforma de la Ley de Turismo para regular las plataformas de alojamiento como Airbnb. Este fenómeno de «gentrificación alimentaria» no es exclusivo de Ciudad de México, también ha ocurrido en lugares turísticos de España, como la Barceloneta, donde la cocina tradicional ha sido desplazada. Los cambios incluyen una «gourmetización» y afectan tanto a la desaparición de locales tradicionales como a un cambio en las costumbres y en la oferta gastronómica.