Historia de las Gafas de Sol
Las gafas de sol son un accesorio esencial en la actualidad, pero su historia se remonta a miles de años. Su origen está en la necesidad de protegerse de los rayos solares, tanto por comodidad como por salud. Las primeras gafas fueron creadas por los inuits, quienes tallaban hueso o madera con ranuras finas para proteger sus ojos de la luz reflejada en la nieve.
Desarrollo en la Antigüedad
Más tarde, los chinos desarrollaron una tecnología para ahumar los cristales, permitiendo que los jueces ocultaran sus expresiones durante los juicios. En la Edad Media y el Renacimiento, las gafas de humo se popularizaron entre la nobleza y las élites intelectuales. Estas gafas, hechas de cristal de cuarzo o berilo, no solo protegían del sol, sino que también eran un símbolo de estatus social.
Innovaciones en los Siglos XVIII y XIX
En el siglo XVIII, el óptico británico James Ayscough tintó los cristales de color verde o azul para ayudar a los enfermos de sífilis con fotosensibilidad. En 1801, John Thomas Barber patentó unas gafas de color verde oscuro para proteger los ojos del sol. Sin embargo, no fue hasta 1926 cuando Sam Foster diseñó las primeras gafas de sol con montura moderna, inspiradas en las gafas de aviadores.
Popularización en el Siglo XX
En la década de 1930, las gafas de sol se convirtieron en un símbolo de moda y cultura, popularizadas por las estrellas de Hollywood. En 1950, Ray Ban lanzó las primeras gafas de sol con montura de plástico, marcando el inicio de una evolución constante en tecnología y diseño. Hoy en día, las gafas de sol ofrecen diferentes niveles de protección solar, filtros para bloquear rayos ultravioleta y materiales más ligeros y resistentes.
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