Los coches modernos son un 63% más grandes y tienen un 70% más de peso que los modelos antiguos. Esto se debe a la globalización, la seguridad y la demanda del mercado. El Ford Fiesta, el Seat Ibiza, el Opel Corsa, el Renault Mégane y el Citroën C4 son ejemplos de cómo los coches han crecido en tamaño a lo largo de los años. Estos cambios tienen implicaciones medioambientales, de consumo de recursos y de dificultad para aparcar. Sin embargo, los fabricantes de coches han descubierto que pueden cobrar más por vehículos más grandes sin que cueste más producirlos. Además, la financiación ha hecho que los coches grandes sean más accesibles para la población. La evolución de los coches refleja el cambio constante de la sociedad y sus necesidades. Los coches más grandes de hoy son un símbolo de este cambio, con todas sus ventajas y desafíos.
Imagen: Business Insider