La esperanza de vida en Estados Unidos ha experimentado un ligero aumento en 2022, pero aún está lejos de recuperarse por completo de las caídas históricas causadas por la pandemia de Covid-19. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., la esperanza de vida general al nacer se sitúa en 77,5 años, lo que compensa menos de la mitad de los 2,4 años perdidos en los dos primeros años de la pandemia. Aunque la disminución de la mortalidad por Covid-19 ha sido un factor clave en el aumento de la esperanza de vida, el virus sigue siendo una de las principales causas de muerte en el país. Expertos señalan que seguir reduciendo la mortalidad por Covid-19 será fundamental para mejorar la esperanza de vida. Además, la recuperación ha sido desigual entre los diferentes grupos raciales y étnicos, con los indígenas americanos siendo los más afectados. La brecha de esperanza de vida entre hombres y mujeres también se ha ampliado durante la pandemia. Estados Unidos enfrenta desafíos más profundos que van más allá de la pandemia para recuperar años de vida perdidos, como las muertes por sobredosis de drogas, suicidios, obesidad y diabetes. La lentitud en la recuperación se debe a la desventaja sanitaria sistémica que ya existía antes de la pandemia.