La ciudad de México se enfrenta a una crisis de agua que amenaza con dejar a sus 22 millones de habitantes sin suministro. Aunque el reciente sabotaje en la delegación Benito Juárez ha llamado la atención, la falta de agua en la ciudad no es una sorpresa. Durante siglos, las autoridades se han centrado en controlar las inundaciones, pero ahora se enfrentan a la escasez de agua.
La falta de agua en la ciudad se debe a varios factores, como el aumento de las temperaturas, la falta de lluvias y una planificación deficiente. Además, el país sufre un déficit de precipitación del 41,4%. El sistema de presas Lerma-Cutzamala, que abastece al 25% de la ciudad, ha reducido su volumen de agua debido a la sequía y al fenómeno de El Niño.
El problema va más allá de la sequía. En los últimos 20 años, el número de barrios con problemas de suministro ha aumentado de 50 a 386. La sobreexplotación de los recursos hídricos ha llevado a un hundimiento de la ciudad de 50 centímetros al año. La red hídrica de México necesita una inversión masiva para actualizar su infraestructura y reducir las pérdidas de agua.
Aunque a corto plazo es poco probable que la ciudad llegue a su «día cero» gracias a medidas de emergencia y a la temporada de lluvias, los problemas persistirán. Si no se toman medidas ahora, México se quedará sin agua más pronto que tarde. Es necesario invertir en infraestructuras y en una planificación adecuada para garantizar el suministro de agua a largo plazo.
Imagen: SEMARNAT