Aomori, en Japón, es la ciudad donde más nieva en el mundo, con una media de ocho metros al año. Este clima extremo es causado por los fríos vientos siberianos que azotan Japón desde el noroeste. La nieve por efecto lago deja gran parte de la región cubierta por una gruesa capa de nieve durante todo el invierno. Los habitantes tienen que quitar ellos mismos la nieve con una pala o sus coches pueden verse sepultados. La ciudad ha instalado un sistema de pozos y bombas de calefacción eléctricas en algunas aceras para derretir el hielo. A pesar de la nieve, Aomori se transforma en un paraíso para esquiadores y turistas en invierno. La ciudad cuenta con un equipo de remoción de nieve llamado White Impulse, que mantiene las calles libres de hielo durante las peores tormentas. Actualmente, la ciudad está trabajando en aprovechar la nieve para generar energía, utilizando un sistema de tubos de transferencia de calor. Este sistema podría ofrecer una solución a regiones con características meteorológicas similares.
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