La Bóveda del Juicio Final, ubicada en las islas Svalbard, es un repositorio vegetal que alberga muestras de más de un millón de especies vegetales distintas. Su objetivo es conservar estas semillas para poder recuperarlas en caso de extinción. El edificio, financiado por el gobierno noruego, se encuentra en el interior de una montaña del Ártico, lo que garantiza su estabilidad y protección ante problemas de suministro de energía. Además, la isla es de baja actividad sísmica. El Banco Mundial de Semillas de Svalbard funciona como un banco, donde diferentes instituciones internacionales depositan sus semillas para su conservación. Este repositorio también permite mejorar la genética de los vegetales, lo que ha contribuido a mejorar los cultivos y evitar la escasez de alimentos en el último siglo.
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