La arquitectura RISC-V se ha convertido en una oportunidad estratégica para China, ya que ofrece una alternativa libre a los diseños de Intel, AMD y ARM. Empresas e institutos de investigación chinos, como Tencent, Alibaba y la Academia de Ciencias de China, están trabajando en el desarrollo de chips con esta arquitectura, lo que ha generado preocupación en Estados Unidos.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos está analizando los riesgos que representa la tecnología RISC-V, ya que podría utilizarse para desarrollar superordenadores de alto rendimiento. Sin embargo, también deben tener en cuenta que muchas empresas estadounidenses trabajan con esta tecnología, por lo que cualquier movimiento que perjudique a China podría afectar a las compañías de Estados Unidos.
Calista Redmond, directora general de RISC-V International, ha defendido que esta arquitectura debe seguir siendo libre y abierta para fomentar la innovación y el desarrollo en todos los ámbitos en los que se utiliza. Según Redmond, RISC-V es un estándar global que no puede ser controlado por un país o una única compañía.
El margen de maniobra de los legisladores estadounidenses es limitado debido a la naturaleza abierta y global de RISC-V. A diferencia de las tecnologías propietarias, las sanciones no pueden impedir su llegada a China de forma taxativa y directa. Por lo tanto, el Gobierno de China no parece tener motivos serios para preocuparse en este contexto.
En resumen, la tecnología RISC-V representa una oportunidad estratégica para China en su desarrollo tecnológico, a pesar de las sanciones de Estados Unidos. Sin embargo, también genera preocupación en Estados Unidos debido a su potencial para desarrollar superordenadores de alto rendimiento. El debate sobre el control y la regulación de esta tecnología continúa, pero su naturaleza abierta y global limita el alcance de cualquier medida que se pueda tomar.
Imagen: Xataka