Kais Saied ha ganado las elecciones presidenciales en Túnez con el 90,7% de los votos, según cifras de la Autoridad Electoral. Este resultado le asegura un segundo mandato y le permite continuar cinco años más en el palacio presidencial de Cartago. Sus partidarios comenzaron a celebrar el mismo domingo, horas después del cierre de los colegios electorales, animados por encuestas que ya vaticinaban su victoria.
Sin embargo, los comicios se han visto marcados por una alta abstención, con solo un 28% de participación, 20 puntos por debajo de las elecciones de 2019. Los otros dos candidatos han expresado su malestar y denunciado irregularidades. La reelección de Saied se considera un epílogo esperado, en un contexto de resignación de la oposición, que ha denunciado el acaparamiento de poder por parte del presidente desde 2021.
La campaña electoral fue prácticamente inexistente, y la oposición critica la represión contra oponentes políticos y periodistas. En esta ocasión, solo había dos candidatos disputando la presidencia, uno de ellos desde la cárcel. Zouhair Maghzaoui, del partido nacionalista Movimiento del Pueblo, obtuvo un 2% de los votos, mientras que Ayachi Zammel, antiguo diputado, quedó segundo con un 7,3% y también se encuentra en prisión.
El país, que inició las primaveras árabes en 2010, enfrenta un momento incierto, con una situación social y económica marcada por la inflación y un paro juvenil que roza el 40%. Solo el 6% de los jóvenes menores de 35 años votó, reflejando un profundo desapego político. La Autoridad Electoral excluyó a 14 candidatos, lo que ha generado críticas sobre su imparcialidad y control por parte del presidente.
Imagen: ANIS MILI / AP