A tres meses de las elecciones en Estados Unidos, el presidente Joe Biden ha iniciado el proceso para reclasificar la marihuana como una droga de bajo riesgo. Este movimiento podría reducir la persecución histórica sobre esta sustancia, que afecta desproporcionadamente a minorías y poblaciones marginadas. Actualmente, la marihuana está clasificada al mismo nivel que drogas como el fentanilo y la metanfetamina, pero pasaría a ser considerada al nivel de riesgo de medicinas bajo receta como los esteroides anabólicos.
Sin embargo, esta medida no implica la legalización de la marihuana. La comercialización estaría limitada a fármacos específicos, según explica Kelly Fair, abogada especializada en la regularización del cannabis. La propuesta de Biden está ahora en manos de la Administración de Control de Drogas (DEA) y el veredicto podría llegar antes de las elecciones del 5 de noviembre.
El consumo de marihuana es alto en Estados Unidos, especialmente entre los jóvenes de 18 a 25 años, un grupo demográfico crucial para las elecciones. Ambos candidatos, Biden y Trump, enfrentan desafíos para atraer el voto joven, ya que el 67% de los jóvenes de 18 a 34 años se sienten insatisfechos con los candidatos disponibles.
La reclasificación de la marihuana también apunta a reducir las disparidades raciales en las detenciones por posesión de cannabis. Los afroamericanos tienen 3,64 veces más probabilidades de ser detenidos por posesión de marihuana que los blancos, a pesar de que la prevalencia del consumo es menor entre la población negra. Biden ha prometido corregir estos errores y afirmó que nadie debería estar en la cárcel simplemente por usar o poseer marihuana.
Imagen: Europa Press