Los fabricantes de equipos de producción de circuitos integrados japoneses están contribuyendo al fortalecimiento de la cadena de distribución vinculada a la industria de los semiconductores de China. La Administración de EEUU considera este movimiento como una amenaza para la seguridad global. El valor de mercado de Tokyo Electron se ha incrementado en 12.000 millones de dólares gracias a las ventas en China. Las empresas japonesas están vendiendo máquinas de litografía a China, excepto aquellas que se benefician de patentes estadounidenses. China está reforzando su tejido industrial de fabricación de circuitos integrados maduros. Los fabricantes de chips chinos están aprovechando este mercado para fortalecer su cadena de distribución y desarrollar sus propias tecnologías. La relación comercial entre China y Japón preocupa a EEUU. Veremos si los lazos entre ambos países se resienten.
Imagen: Xataka