Japón ha descubierto un vasto depósito de nódulos de manganeso en una isla remota del Pacífico, que contiene 610.000 toneladas de cobalto y 740.000 toneladas de níquel. Este hallazgo podría satisfacer la demanda japonesa de cobalto durante más de 75 años y de níquel durante más de 11 años. Los nódulos, del tamaño de pelotas de tenis, fueron encontrados por investigadores de The Nippon Foundation y la Universidad de Tokio.
La producción y fundición de estos metales, cruciales para fabricar baterías de coches eléctricos y teléfonos inteligentes, está actualmente dominada por China y países africanos. Sin embargo, el hallazgo japonés podría reducir esta dependencia. Estados Unidos, Canadá y Australia también están colaborando con Japón para aumentar la producción interna de minerales críticos y elementos de tierras raras.
El depósito se encuentra en el fondo del Océano Pacífico, dentro de la zona económica exclusiva de Japón, a una profundidad de hasta 5.700 metros. Aunque aún no se han desvelado detalles sobre las técnicas de extracción o el impacto medioambiental, se planea iniciar la extracción experimental a gran escala en 2026. El objetivo es asegurar 3 millones de toneladas al año, entregando los nódulos extraídos a empresas japonesas para su refinamiento.
Este descubrimiento podría cambiar el panorama de la producción de tierras raras, permitiendo a Japón fabricar desde coches eléctricos hasta equipos médicos, ordenadores y smartphones con recursos de producción nacional.