La industria automovilística japonesa se prepara para dar un nuevo impulso en 2025, después de haber quedado rezagada frente a China. Los fabricantes de automóviles Toyota, Honda y Nissan se unirán para desarrollar conjuntamente un software que aumente la eficiencia y la competitividad de sus productos. Este movimiento busca contrarrestar la fuerza de China y Estados Unidos en el mercado.
China ha superado a Japón como principal exportador de automóviles del mundo, gracias a su alianza con Rusia y su enfoque en los vehículos eléctricos. En contraste, los fabricantes japoneses han apostado por los híbridos, lo que ha llevado a una aparente indefinición en su estrategia. Esta situación se entiende mejor si retrocedemos en el tiempo y recordamos el «pacto de caballeros» en Japón, un acuerdo informal que limitaba la potencia y la velocidad de los vehículos. Sin embargo, con la competencia internacional en aumento, este pacto llegó a su fin y marcas como Nissan y Honda lanzaron modelos extremadamente rápidos.
Japón ha estado indeciso en los últimos años, con Toyota mostrando escepticismo hacia los vehículos eléctricos y algunos fabricantes recurriendo a la tecnología china para recuperar cuota de mercado. Mientras tanto, el mapa geopolítico de la industria automovilística sigue cambiando. Joe Biden anunció aranceles del 100% a los vehículos eléctricos chinos, lo que plantea dudas sobre el impacto en Europa. Europa se ha comprometido a poner fin a los vehículos de combustión en 2035, pero si no está preparada para satisfacer la demanda, podría tener que recurrir a China o incluso a Japón.
En resumen, Japón busca recuperar terreno en la industria automovilística mediante la colaboración entre Toyota, Honda y Nissan en el desarrollo de software. China ha superado a Japón como principal exportador de automóviles debido a su enfoque en los vehículos eléctricos, mientras que Japón ha mostrado indecisión en su estrategia. El mapa geopolítico de la industria automovilística sigue cambiando, con aranceles anunciados por Joe Biden y Europa evaluando el impacto de los vehículos chinos en el mercado.
Imagen: Toyota, Volkswagen
