Los holandeses han encontrado una forma creativa de abordar el problema del deshielo en el Ártico. Inspirados en su tradición de patinaje sobre hielo, han desarrollado un método que consiste en bombear agua del mar sobre el hielo durante el invierno. Este enfoque busca restaurar el grosor del hielo, lo que podría ayudar a mitigar el impacto del cambio climático.
El proyecto, conocido como Arctic Reflexión, tiene como objetivo restaurar 100.000 kilómetros cuadrados de hielo. En abril de 2024, un equipo de investigadores de la Universidad de Delft y el Centro Universitario de Svalbard realizó la primera prueba de campo en Noruega. Los resultados iniciales fueron prometedores: al bombear agua durante solo cuatro horas, lograron espesar el hielo en 24 cm, lo que prolongó su duración en verano por seis días.
Aunque el área tratada fue pequeña, estos resultados son un indicio de que la técnica podría ser efectiva a mayor escala. Sin embargo, los científicos advierten que la implementación de estas técnicas a gran escala podría tener consecuencias significativas en el clima global. La gobernanza y los efectos colaterales de tales intervenciones son cuestiones complejas que deben ser consideradas.
En resumen, la idea de los holandeses de ‘regar’ el Ártico podría ser un paso innovador en la lucha contra el deshielo, pero también plantea importantes preguntas sobre la manipulación del clima y sus repercusiones.
Imagen: NASA | Hector John Periquin
