Los Juegos Olímpicos de París 2024 están a la vuelta de la esquina, con más de 15.000 atletas y un impacto económico significativo. Este evento no solo es crucial para el deporte, sino también para la tecnología. A lo largo de sus 29 ediciones, los Juegos Olímpicos han sido testigos de avances tecnológicos impresionantes.
En 1936, Berlín fue sede de los primeros Juegos Olímpicos televisados, con 72 horas de deportes en directo. Aunque solo 150.000 personas pudieron ver las transmisiones, marcó un hito en la historia de la televisión. La emisión fue dirigida por Leni Riefenstahl, conocida por su trabajo en la propaganda nazi.
Otra innovación clave fue la «foto finish«, inventada por el español Juan de la Cierva. Introducida en los Juegos Olímpicos de 1948 en Londres, esta tecnología revolucionó la forma de determinar los ganadores en las competiciones de velocidad. Omega, la empresa suiza, compró la patente y perfeccionó el sistema, que hoy en día captura hasta 10.000 fotogramas por segundo.
En 1992, los Juegos Olímpicos de Barcelona destacaron por su infraestructura tecnológica. Aunque Internet aún no estaba disponible, se creó una red LAN que conectaba 5.000 ordenadores. Esta red permitió gestionar la información de manera eficiente, demostrando la capacidad de innovación tecnológica en eventos deportivos.
Estos hitos tecnológicos no solo han mejorado la experiencia de los espectadores, sino que también han garantizado la precisión y la justicia en las competiciones. Los Juegos Olímpicos continúan siendo un campo de pruebas para nuevas tecnologías, y París 2024 promete seguir esta tradición.
Imagen: Xataka