Un informe desclasificado de los servicios de inteligencia de EE.UU. estima que Rusia ha perdido 315.000 soldados muertos y heridos, o casi el 90% de su personal, desde el inicio del conflicto en Ucrania. Las pérdidas han obligado a Rusia a tomar medidas extraordinarias, como flexibilizar las normas de reclutamiento y utilizar tanques T62 de la década de 1970. Además, las pérdidas en personal y vehículos blindados han retrocedido la modernización militar de Rusia 18 años. Por otro lado, las bajas ucranianas también son significativas, aunque el número exacto se mantiene en secreto. El informe se dio a conocer mientras el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, solicitaba más ayuda militar a los legisladores estadounidenses. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reafirmó su apoyo a Ucrania y advirtió sobre el riesgo de dar una victoria a Rusia.
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