La historia de Mikhail Pichugin, un hombre ruso de 46 años, ha capturado la atención mundial tras su sorprendente supervivencia en un pequeño bote inflable en los mares helados de Siberia. Pichugin fue rescatado después de más de dos meses a la deriva, un hecho que ha dejado a muchos asombrados.
El 9 de agosto, Pichugin, su hermano y su sobrino partieron en un catamarán hacia la isla de Sakhalin para observar ballenas. Sin embargo, tras perder el contacto, su paradero permaneció desconocido hasta el 14 de octubre, cuando un barco pesquero avistó su catamarán a unos 1.000 km de su punto de partida.
Durante su tiempo a la deriva, Pichugin enfrentó condiciones extremas y una escasez crítica de alimentos. Según su esposa, el peso del náufrago, que era de aproximadamente 100 kg antes de partir, pudo haber sido un factor clave en su supervivencia. A pesar de contar con víveres para solo dos semanas, logró sobrevivir recogiendo agua de lluvia y comiendo fideos secos y guisantes.
La situación se tornó trágica cuando Pichugin informó que su sobrino había muerto a principios de septiembre. Después de eso, él y su hermano pasaron tres semanas juntos en el barco, pero la falta de alimentos y las duras condiciones llevaron a la muerte de su hermano tras caer al agua helada.
Actualmente, Pichugin se encuentra en estado grave pero estable, habiendo perdido la mitad de su peso. La policía de transporte ha iniciado una investigación sobre posibles infracciones de las normas de seguridad, lo que podría llevar a Pichugin a enfrentar cargos penales.
Este caso se suma a una larga lista de historias de supervivencia extraordinarias a lo largo de la historia, donde el ingenio humano ha desafiado las probabilidades en situaciones extremas.
Imagen: RIA Novosti
