Un reciente incidente aéreo frente a la costa de Alaska ha captado la atención internacional. Un avión de combate F-16 de la Air Force de EE.UU. y un caza ruso Su-35 protagonizaron un encuentro peligroso que pudo haber tenido consecuencias graves. El suceso, que ocurrió el 23 de septiembre, fue grabado y compartido por el NORAD, el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte.
Durante una misión rutinaria, el F-16 interceptó un bombardero ruso Tu-95 cuando un Su-35 realizó una maniobra temeraria, conocida como headbutt, a escasa distancia del avión estadounidense. El piloto del F-16, sorprendido, captó el momento en un vídeo de 15 segundos que se volvió viral.
El NORAD emitió un comunicado denunciando la conducta del piloto ruso, calificándola de insegura y poco profesional. Este incidente se produce en un contexto de creciente actividad militar en la región, con un aumento en las incursiones de aviones rusos en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) de Alaska.
En 2023, se registraron 26 casos de aviones rusos en la ADIZ, y en lo que va de 2024, ya se han contabilizado 25. Además, el ejército de EE.UU. ha intensificado su presencia en la zona, desplegando tropas y recursos militares en respuesta a la situación.
La escalada de tensión internacional, marcada por la guerra en Ucrania y los recientes conflictos en Oriente Próximo, añade un trasfondo crítico a este incidente. La comunidad internacional observa con preocupación cómo estos encuentros aéreos podrían derivar en un conflicto mayor.
Imagen: NORAD (X)
