El impuesto de circulación es un tributo obligatorio para los propietarios de vehículos que circulan por la vía pública. Existen excepciones para vehículos oficiales, diplomáticos, sanitarios, de transporte público y agrícolas. Se paga anualmente entre el 1 de abril y el 30 de junio en el ayuntamiento correspondiente al domicilio fiscal del vehículo. El precio varía según la potencia y tipo de vehículo.
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