La implantación de una Renta Básica Universal (RBU) en Cataluña busca redistribuir riqueza y fomentar la igualdad de oportunidades. A través de un plan piloto, unas 5.000 personas recibirán durante dos años un pago mensual de 800 euros por adulto y 300 por menor de 18 años. La RBU es una paga individual, incondicional, universal y regular. El 10% más rico de la población quedaría excluido. A nivel mundial, se han realizado pruebas similares, pero ninguna tan ambiciosa como la catalana. La Generalitat espera que la RBU aumente el bienestar y reduzca la pobreza. La ayuda será asignada de manera aleatoria a nivel de domicilio. La implementación de la RBU eliminaría la dependencia de los subsidios y reduciría los costes administrativos. El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 se reúne con la Oficina del Plan Piloto para investigar políticas sociales tendentes a la universalización y redistribución de la riqueza.
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