Hydraloop, una startup neerlandesa, ha desarrollado un sistema que permite usar el agua que usamos en la ducha para llevarla a las cisternas de los retretes. Las aguas grises, que son las que han sido utilizadas en duchas, bañeras y lavamanos, pueden usarse en inodoros o incluso en lavadoras mediante el tratamiento adecuado. Las máquinas de Hydraloop, que tienen unas dimensiones y forma similares a los de una nevera, dejan el agua lista para esa segunda vida sin salir del edificio. Otras empresas también buscan reciclar las aguas grises domésticas, pero Hydraloop ha recaudado 16 millones de euros y lleva casi mil instalaciones realizadas. Una máquina doméstica de este tipo cuesta a partir de 3.200 euros, pero ofrece ahorro energético y una opción más sostenible. Las máquinas de Hydraloop tienen conexión a Internet para supervisar su actividad.
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