En diciembre de 2020, un hombre perdió la visión de un ojo después de una pelea en un bar de Castellón. Todo comenzó cuando su esposa llamó la atención a un niño que estaba jugando cerca de ellos. El padre del niño se enfadó y agredió al hombre, dejándolo con una perforación ocular y una pérdida casi total de la visión. Tres años después, el agresor ha sido condenado a seis años de prisión por un delito de lesiones y se le ha ordenado pagar más de 95.000 euros en indemnizaciones. La sentencia no es firme y puede ser apelada.
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